descanso orden organizar planificar vacaciones

Tengo un billete para ti ¿subes?

Y llegó noviembre… con un buen tiempo espectacular.  Retrasando las lluvias, los vientos,  las tormentas, los truenos y los relámpagos. Con lo que no ha podido noviembre ha sido con  la llegada del turrón a los supermercados. Ni al Ministro Cañete se le ocurriría comer turrón a 25º grados de temperatura.  Mientras tanto nosotros, vamos ... Tengo un billete para ti ¿subes?

Y llegó noviembre… con un buen tiempo espectacular.  Retrasando las lluvias, los vientos,  las tormentas, los truenos y los relámpagos. Con lo que no ha podido noviembre ha sido con  la llegada del turrón a los supermercados. Ni al Ministro Cañete se le ocurriría comer turrón a 25º grados de temperatura.  Mientras tanto nosotros, vamos sacando tímidamente alguna prenda un poquito más gruesa para combinarla con ropa más ligera. Nos resistimos también, como noviembre, a poner fin a la época del calorcito.

A mí noviembre es un mes que me gusta, de un modo especial, por varias razones. Una de ellas son esos primeros días del mes en los que el frío, se deja ver menos que Pedro Sánchez en el Congreso del PSOE.  También están todas las celebraciones de amigos y familiares que coinciden este mes. Que me hacen ir de cumpleaños en cumpleaños y tiro porque “me toca”.  Y para terminar….unos días de vacaciones que suelo reservar para esta época del año.

Estas vacaciones de “invierno” son una oportunidad para meditar, reflexionar, hacer balance, y planificar los siguientes pasos. Tan importante es poner orden en nuestras pertenencias,  como en nuestras ideas.  Aunque es cierto que si el espacio que nos rodea no lo está, a nuestra mente le costará mucho más llegar a alcanzarlo.

Si tú también cuentas con unos días libres, a estas alturas del año,  aprovecha para cargar pilas. Disfruta de lo poquito que le queda a este buen tiempo y sal a pasear. Ese ratito es el mejor para hablar contigo mismo (esto no es recomendable que lo hagas en voz alta por la calle, salvo que quieras estrenar una bonita camisa blanca, de esas que se atan por la espalda)  y reflexionar sobre lo que realmente quieres hacer.

Dicen que cada día de nuestra vida es el reflejo de la serie de pensamientos que hemos tenido el día anterior. Y por tanto, los últimos años de nuestra vida, son la manifestación de nuestros pensamientos de estos últimos años. Pues bien, si lo que quieres es obtener resultados diferentes tienes que empezar a pensar de forma distinta. Por ejemplo, cuando te pongas a ordenar un armario, ni se te ocurra decirte a ti mismo: ¡Vaya paliza para nada.  Dentro de 2 días va a estar igual! En lugar de esto di en voz alta: Este un proceso único y especial  en la vida que no se volverá a repetir, porque nunca jamás volverá a estar desordenado.

Si esto del cambio de armario te da más pereza que hacer una mudanza a un 6º sin ascensor, estás en el sitio indicado. Juntos pondremos orden en tu armario, y si te apetece continuaremos con los libros, documentos, y el resto de tus objetos personales y recuerdos de los que no hay forma de deshacerse. ¿Quién nos ha convencido de que si tiramos determinados objetos los recuerdos relacionados con ellos se borrarán? Hay un montón de formas de conservarlos, eso sí, ocupando menos espacio en la casa. La única  forma de disfrutar de experiencias nuevas es dejar espacio libre para que puedan entrar a formar parte de nuestra vida. ¿Te apetece este viaje sin retorno? Tengo 1 billete para ti. ¿Te subes?

Aprovecha estos primeros días de noviembre porque ya están llegando las lluvias, las tormentas, el frío, y pronto nos rendiremos a los abrigos, a las bufandas, a las botas  e irremediablemente… al turrón.

¡Que tengáis una feliz semana!